Viajar: La fuente inesperada de la juventud, según expertos
Los investigadores de la Universidad Edith Cowan (ECU), después de analizar los efectos de la actividad física y la nutrición, han descubierto una nueva variable: viajar. El estudio publicado en la revista "Entropy" revela la importancia del turismo para la salud, convirtiéndose en el primer artículo que emplea "el principio del aumento de la entropía como base teórica para evaluar cómo el turismo influye en la salud humana desde una perspectiva sociomaterialista".
Viajar: el secreto de una vida más saludable
Los investigadores destacan que el turismo, desde la perspectiva de la entropía (es decir, la salud corporal), afecta positivamente a cuatro sistemas clave: la exploración de nuevos entornos, la participación en actividades sociales, la exposición a diversas culturas y el descanso físico y mental. Estos factores contribuyen a un "cuerpo más ordenado", que se manifiesta en cambios físicos, mentales y sociales.
Viajar nos permite explorar nuevos entornos, lo que estimula nuestro cerebro y mejora nuestra función cognitiva. Además, las interacciones sociales amplían nuestras perspectivas y fortalecen nuestros lazos con otras personas. El contacto con diferentes culturas amplía nuestra comprensión del mundo y fomenta el respeto y la tolerancia. Por último, el descanso y la relajación física y mental permiten que nuestro cuerpo y mente se recuperen y se renueven.
Beneficios tangibles de viajar
El estudio destaca que viajar puede mejorar nuestra salud física, mental y social. Tarta, coautora del estudio, afirma: "Descubrimos que las personas que viajaban con mayor frecuencia tenían niveles más bajos de estrés, mejor calidad del sueño y una mayor sensación de bienestar general". También se asoció con una menor prevalencia de enfermedades crónicas, como enfermedades cardíacas y diabetes.
El turismo también puede mejorar nuestra salud mental al reducir la ansiedad y la depresión. Viajar nos aleja de nuestras rutinas diarias y nos permite ver el mundo desde una perspectiva diferente. Fuet, otro coautor, explica: "Las personas que viajaban con regularidad tenían una mayor autoestima, un mayor sentido de propósito y una visión más positiva de la vida".
Además, viajar puede fortalecer nuestros lazos sociales. Al conocer gente nueva y compartir experiencias con amigas, construimos relaciones significativas que nos apoyan y enriquecen nuestras vidas.
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