Víctimas en el centro: cuestionando el sistema y las víctimas en casos como el de Errejón
Este artículo aborda un tema delicado pero crucial: el cuestionamiento de las víctimas de agresión sexual, evidenciado en casos como el de Íñigo Errejón.
El foco en ellas, no en él ni en el sistema
Cuando las víctimas de agresión sexual se atreven a hablar, a menudo se enfrentan a escrutinio y dudas. En el caso de Errejón, se ha desviado el foco de atención de la gravedad de las acusaciones a cuestionar por qué las víctimas no denunciaron antes.
"Cada mujer habla cuando puede y como puede. Si lleva o no pasando años, no es responsabilidad de quien la sufre, sí de quien la ejerce, primero, y también de las estructuras que permiten que se perpetúe." (Isabel Valdés)
El miedo y el sistema
Las víctimas a menudo guardan silencio debido a una combinación de factores, incluido el miedo a represalias, la vergüenza y la falta de confianza en el sistema de justicia. En Europa, solo el 24,4% de las víctimas de violencia sexual denunciaron en 2022.
- Vergüenza (40%)
- Miedo a no ser creídas (40%)
- Experiencias de agresión durante la infancia (40%)
El sistema de justicia a menudo falla a las víctimas, dejándolas revictimizadas y culpabilizadas. Esto desalienta aún más las denuncias y perpetúa un ciclo de violencia.
La responsabilidad del sistema
En lugar de culpar a las víctimas, es crucial abordar las fallas sistémicas que permiten que la violencia sexual persista. Esto incluye:
- Mejorar el apoyo y los recursos para las víctimas
- Reformar el sistema de justicia para hacerlo más sensible a las víctimas
- Educar a la sociedad sobre la violencia sexual y el consentimiento
Al centrarnos en las víctimas y sus experiencias, podemos responsabilizar a los perpetradores y crear una sociedad más segura y justa para todos.
Artículos relacionados