Virrey del Pino: Niño Asaltado por Celular, Vecinos Rescatan la Seguridad Ignorada por el Estado.

El pasado miércoles, en Virrey del Pino, La Matanza, un niño de 12 años se convirtió en víctima de un asalto violento que sacudió a la comunidad. Este incidente, lejos de ser aislado, expone la fragilidad de la seguridad en el conurbano bonaerense y la creciente sensación de abandono por parte del Estado. La rápida reacción de los vecinos, que acorralaron al agresor hasta la llegada de la policía, subraya la importancia de la solidaridad comunitaria frente a la ausencia de garantías estatales. Este artículo profundiza en los detalles del ataque, el impacto emocional en la familia, la respuesta vecinal y el contexto de inseguridad que prevalece en la región.

El Ataque: Un Escenario de Terror en Plena Calle

El incidente tuvo lugar alrededor de las 19:00, mientras el niño regresaba a pie de la escuela técnica a la que asistía. Esteban Sebastián González, de 34 años, lo esperaba escondido en una vivienda cercana, acechando a cualquier persona vulnerable. Al ver al menor sacar su celular, lo interceptó violentamente, sujetándolo del hombro y amenazándolo con la muerte si no entregaba el dispositivo. El chico intentó huir, pero fue derribado al suelo y golpeado. Los gritos desesperados del niño alertaron a los vecinos, quienes no dudaron en intervenir.

Las cámaras de seguridad captaron parcialmente el ataque, revelando la premeditación del agresor. Se observa cómo González acechaba previamente a otra vecina, esperando el momento oportuno para actuar. Esta evidencia visual confirma que el ataque no fue un acto impulsivo, sino un plan cuidadosamente orquestado. La violencia ejercida sobre el niño, la amenaza de muerte y la sensación de indefensión son elementos que marcan la gravedad del incidente.

El teléfono robado, un dispositivo adquirido apenas un mes antes con el esfuerzo de sus padres, se convirtió en el objeto del deseo del agresor. La angustia del niño, expresada a la policía, revela el valor emocional que tenía el celular, más allá de su costo material. "No se lo quiero dar porque a mi papá y a mi mamá les cuesta regalarme un celular", declaró el menor, evidenciando la precariedad económica de la familia y el sacrificio que implica cada adquisición.

La Respuesta Vecinal: Un Baluarte Frente a la Inseguridad

La reacción de los vecinos fue inmediata y contundente. Algunos corrieron a socorrer al niño, brindándole consuelo y apoyo emocional mientras lloraba y pedía ayuda. Otros, sin dudarlo, persiguieron al delincuente, que intentó refugiarse en la casa de su hermano. Allí, los vecinos lo acorralaron hasta la llegada de la policía, impidiendo que escapara. Esta acción demuestra el fuerte sentido de comunidad que prevalece en Virrey del Pino y la disposición de los vecinos a protegerse mutuamente.

La solidaridad vecinal no solo se limitó a la persecución del agresor. Los vecinos también brindaron apoyo a la familia del niño, ofreciéndoles contención emocional y ayuda práctica. La madre del menor, Mailén, expresó su eterna gratitud hacia ellos, afirmando que, de no haber sido por su intervención, el desenlace podría haber sido trágico. "Estoy eternamente agradecida con ellos. Si no, no sé cómo hubiese terminado", declaró conmovida.

La acción de los vecinos contrasta con la lentitud y la falta de respuesta de las autoridades. La demora en la llegada de la policía evidencia la falta de recursos y la ineficiencia del sistema de seguridad. En este contexto, la comunidad se ve obligada a asumir un rol activo en la protección de sus propios miembros, supliendo las carencias del Estado.

El Impacto Emocional en la Familia: Un Trauma Profundo

El ataque ha dejado una profunda huella emocional en la familia del niño. Mailén, la madre, relató con crudeza el estado de angustia y miedo de su hijo, quien ha manifestado su deseo de cambiarse de colegio. "Mi nene está asustado. Lo primero que pensó fue en cambiarse de colegio. Que no es la solución, porque sabemos que estas cosas pasan en cualquier momento del día", explicó. Este temor refleja la inseguridad generalizada que se vive en el conurbano bonaerense y la sensación de que ningún lugar está a salvo.

La madre también describió su desesperación al enterarse del ataque, mientras su marido regresaba del trabajo. "Cuando me llamaron fue una desesperación. Mi hijo tuvo un raspón en el codo, gracias a Dios fue leve. La mochila amortiguó el golpe cuando lo tiraron al piso", relató. A pesar de la leve lesión física, el trauma emocional es mucho más profundo y requerirá un tratamiento psicológico para ayudar al niño a superar el miedo y la ansiedad.

La impotencia de Mailén ante la falta de garantías estatales la llevó a considerar tomar medidas por su cuenta, intentando ingresar a la casa del ladrón para fotografiarlo y viralizar su rostro en las redes sociales. "Quería poner un cartel en el barrio, publicarlo en redes, que se sepa quién es, para que se vaya del barrio", explicó. Esta reacción refleja la frustración y la desesperación de una madre que se siente desprotegida por las autoridades.

El Contexto de Inseguridad en el Conurbano Bonaerense: Una Realidad Cruda

El incidente en Virrey del Pino no es un caso aislado, sino un reflejo de la creciente inseguridad que azota al conurbano bonaerense. La falta de recursos, la corrupción policial y la ausencia de políticas públicas efectivas han contribuido a crear un clima de impunidad que favorece la delincuencia. Los vecinos se sienten abandonados por el Estado y obligados a tomar medidas por su cuenta para protegerse.

La respuesta del gobernador Axel Kicillof ante este tipo de incidentes ha sido criticada por la oposición, que lo acusa de falta de compromiso con la seguridad. La falta de inversión en infraestructura policial, la escasez de patrullajes y la lentitud en la justicia son algunos de los problemas que contribuyen a la inseguridad en la región. La situación se agrava aún más por la crisis económica y el aumento de la pobreza, que empujan a algunas personas a delinquir.

La solidaridad entre vecinos se ha convertido en un mecanismo de defensa frente a la inseguridad. Los grupos de WhatsApp, las redes sociales y las reuniones vecinales se utilizan para alertar sobre posibles peligros, compartir información y coordinar acciones de prevención. Sin embargo, esta respuesta comunitaria no es suficiente para solucionar el problema de fondo, que requiere una intervención estatal urgente y efectiva.

La Importancia de la Prevención y el Fortalecimiento del Tejido Social

Para abordar el problema de la inseguridad en el conurbano bonaerense, es fundamental implementar políticas de prevención que aborden las causas subyacentes de la delincuencia. Esto implica invertir en educación, empleo, salud y programas sociales que brinden oportunidades a los jóvenes y reduzcan la desigualdad. También es necesario fortalecer el tejido social, promoviendo la participación ciudadana y el desarrollo de actividades comunitarias.

La capacitación y el equipamiento de la policía son esenciales para mejorar su capacidad de respuesta y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Es fundamental combatir la corrupción policial y promover una cultura de transparencia y rendición de cuentas. La justicia también debe ser más eficiente y rápida, para que los delincuentes sean juzgados y condenados de manera oportuna.

La colaboración entre el Estado, la policía, la comunidad y las organizaciones sociales es clave para construir un futuro más seguro y justo para todos. Es necesario escuchar las demandas de los vecinos, atender sus necesidades y trabajar juntos para encontrar soluciones efectivas. La inseguridad no es un problema que se pueda resolver solo con represión, sino que requiere un enfoque integral que aborde las causas sociales y económicas que la generan.

Fuente: https://derechadiario.com.ar/politica/ladron-intento-robar-chico-12-anos-salida-del-colegio-matanza