Vito Quiles: El Perro Faldero de la Derecha y la Guerra Interna Conservadora
El panorama político y mediático actual, especialmente en España, se caracteriza por la emergencia de figuras controvertidas que, más que proponer ideas sólidas, parecen dedicarse a la provocación y a la búsqueda constante de patrocinio. Vito Quiles es un claro ejemplo de este fenómeno, un personaje que ha sabido capitalizar la polarización y el descontento social para construir una suerte de "marca personal" basada en la confrontación y la desinformación. Este artículo analiza en profundidad la trayectoria de Quiles, sus métodos, sus motivaciones y el contexto en el que opera, desmitificando la imagen de "valiente defensor de los valores" que intenta proyectar y revelando su verdadera naturaleza: la de un mercenario ideológico en busca de un amo.
Vito Quiles: Del Troll a la Figura Pública
La irrupción de Vito Quiles en el debate público no fue gradual, sino más bien explosiva. Inicialmente conocido por sus acciones disruptivas en redes sociales y su acoso a figuras políticas de izquierda, Quiles rápidamente se convirtió en un personaje mediático, alimentando la polémica con bulos, acusaciones infundadas y espectáculos montados para generar ruido. Su estrategia, desde el principio, se basó en la provocación y la búsqueda de la viralidad, sin importar la veracidad de la información que difundía. La DANA, un episodio meteorológico devastador en España, fue uno de sus primeros objetivos, utilizando la tragedia para difundir teorías conspirativas y atacar a los gobiernos de izquierda. Esta táctica, lamentablemente, resultó efectiva para captar la atención de un público ávido de noticias sensacionalistas y dispuesto a creer en narrativas alternativas.
Su habilidad para reventar ruedas de prensa y generar caos en eventos públicos le valió una reputación de "activista" entre ciertos sectores de la derecha, que vieron en él a un aliado en su lucha contra el "marxismo cultural" y otras supuestas amenazas. Sin embargo, esta imagen de "rebelde" esconde una realidad mucho más prosaica: la de un individuo sin principios ni valores, dispuesto a venderse al mejor postor. La falta de rigor intelectual y la propensión a la desinformación son características constantes en su discurso, lo que pone en duda su credibilidad como fuente de información o como analista político.
La "Gira Universitaria": Un Remake de Serie B
La actual "gira" de Vito Quiles por las universidades españolas es una clara imitación de la estrategia utilizada por Charlie Kirk, un controvertido activista conservador estadounidense. Sin embargo, la comparación es, en el mejor de los casos, ridícula. Kirk, a pesar de sus métodos polémicos, contaba con un amplio respaldo financiero y organizativo, lo que le permitía llevar a cabo campañas de propaganda a gran escala. Quiles, en cambio, se limita a organizar pequeños eventos en facultades, con una asistencia escasa y un impacto limitado. La pretensión de emular a Kirk, en un contexto tan diferente, revela la falta de ambición y la escasa capacidad de planificación de Quiles.
El objetivo real de esta "gira" no es el debate intelectual ni la confrontación con las autoridades universitarias, sino la búsqueda de visibilidad y la posibilidad de encontrar nuevos patrocinadores. Quiles sabe que su discurso polarizador y su capacidad para generar polémica pueden ser útiles para ciertos sectores de la derecha, que buscan movilizar a sus bases y deslegitimar a sus oponentes. Por eso, se esfuerza en presentarse como un "mártir" de la libertad de expresión, víctima de la censura y la persecución por parte de las "autoridades universitarias cooptadas por el marxismo cultural". Esta narrativa, sin embargo, no resiste un análisis riguroso, ya que las universidades españolas garantizan la libertad de expresión y el debate plural, siempre y cuando se respeten los límites establecidos por la ley.
El Mercenario Ideológico: Vendido al Mejor Postor
La trayectoria de Vito Quiles está marcada por su promiscuidad ideológica y su falta de compromiso con ninguna causa. Ha colaborado con diferentes partidos de derecha, desde Vox hasta el PP, y ha grabado vídeos promocionales para diferentes empresas y organizaciones. Su único criterio parece ser el económico: si pagan, él acude. Esta actitud mercantilista lo convierte en un personaje despreciable, carente de ética y de cualquier pretensión de honestidad intelectual. La comparación con Girauta y Toni Cantó, políticos que también han sabido rentabilizar su presencia mediática, es acertada, pero Quiles va un paso más allá, ya que no se molesta siquiera en disimular su oportunismo.
Su participación en las listas de Alvise al Parlamento Europeo y sus sketches de "¿humor?" con el PP de Madrid son ejemplos claros de su disposición a venderse al mejor postor. No le importa el contenido de sus mensajes, ni las consecuencias de sus acciones, solo le importa el dinero. Esta falta de escrúpulos lo convierte en un peligro para la democracia, ya que contribuye a la desinformación y a la polarización social. La figura de Espinosa de los Monteros, otro personaje controvertido de la derecha española, es un claro ejemplo de su estrategia: asociarse con figuras mediáticas que le permitan aumentar su visibilidad y acceder a nuevos mercados.
La Desmitificación de la "Lucha por los Valores de Occidente"
Vito Quiles y sus homólogos pretenden envolver sus acciones en una mística de "lucha por los valores de Occidente", pero esta imagen es pura fachada. No hay nada de épica ni de heroísmo en sus acciones, solo una panda de "mataos" hiper-subvencionados por gobiernos municipales y autonómicos, monetizando discursos de odio y esperando a que un "patriarca con muchos billetes" les tome bajo su protección. La banda sonora de Gladiator y las referencias a la "hombría" son meros recursos retóricos, utilizados para manipular a un público crédulo y susceptible a las narrativas populistas. La realidad es que Quiles no tiene principios ni valores, solo intereses económicos y una ambición desmedida.
Su capacidad para inocular rencor y orientar el malestar hacia chivos expiatorios, como migrantes o mujeres, es innegable, pero no debe ser sobrevalorada. Quiles es un experto en la manipulación emocional, pero su discurso es superficial y carente de profundidad. No ofrece nada nuevo que no conozcamos ya, solo recicla viejos clichés y estereotipos para alimentar el odio y la intolerancia. Por eso, no tiene sentido hablar de él como si fuera un ser con habilidades mágicas, sino como un simple emisario de quienes quieren hacer negocio con cada parcela de nuestra vida y hacernos vivir peor.
El Contexto de la Guerra Interna en la Derecha
El súbito impulso de la figura de Vito Quiles solo puede entenderse en un contexto concreto: el recrudecimiento de la guerra entre diferentes facciones de la derecha española. Lejos de la idea de un bloque monolítico, el campo conservador se encuentra dividido por luchas internas, acusaciones y campañas orquestadas en redes sociales. Quiles es un peón en este juego, utilizado por diferentes grupos para atacar a sus oponentes y deslegitimar sus propuestas. La figura de Jiménez Losantos, un influyente periodista de derecha, es clave en este conflicto, utilizando su programa de radio para lanzar dardos envenenados contra sus enemigos y defender a sus aliados.
La proliferación de "OPAs" hostiles, traiciones y editoriales con "doble ración de veneno" son síntomas de una crisis profunda en el seno de la derecha española. Quiles, con su discurso radical y su capacidad para generar polémica, se ha convertido en un instrumento útil para esta guerra sucia. Su presencia en el debate público contribuye a la polarización y dificulta la búsqueda de soluciones a los problemas reales de la sociedad. Por eso, es importante dimensionarlo en su justa medida, sin caer en la tentación de sobrevalorar su influencia o de comprar la mística en la que pretende envolver sus fantasmadas.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//opinion/vito-quiles-cachorro-busca-amo.html

 
 

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