Volkswagen en guerra abierta con sindicatos alemanes
Volkswagen enfrenta un nuevo desafío bajo el liderazgo de Oliver Blume: abordar las demandas de los poderosos sindicatos alemanes mientras la empresa lucha contra la desaceleración de la demanda de vehículos eléctricos y la competencia china.
en el punto de mira de los sindicatos
La directiva de Volkswagen ha revelado sus planes para eliminar un plan de seguridad laboral de 30 años y considerar el cierre de plantas en Alemania, lo que ha generado una fuerte oposición por parte de los sindicatos. Daniela Cavallo, directora del comité de empresa de Volkswagen, ha declarado que los sindicatos se "resistirán ferozmente" a estos planes y ha descartado cualquier cierre de fábricas mientras ella esté al mando. Volkswagen no ha cerrado ninguna planta desde 1988, pero en julio anunció que podría cerrar una fábrica de Audi en Bruselas debido a la fuerte caída de la demanda de vehículos eléctricos de alta gama.
en la encrucijada
Los elevados costes de energía y mano de obra en Alemania están poniendo a la industria en desventaja frente a la competencia global, lo que obliga a empresas como Volkswagen a revisar los acuerdos con los trabajadores. Los inversores están tomando nota, ya que las acciones de Volkswagen han caído casi un tercio en los últimos cinco años, convirtiéndose en el fabricante de automóviles europeo con peor rendimiento. Blume reconoce la necesidad de recortar costes, ya que el Grupo Volkswagen ha quedado muy extendido en medio de una creciente competencia, especialmente de China. A pesar de mantener buenas relaciones con los sindicatos y las familias Porsche y Piech, se enfrenta a un duro enfrentamiento con IG Metall, cuyo principal objetivo es proteger los puestos de trabajo y las condiciones laborales favorables.
: ¿un gigante ingobernable?
La estructura de gobernanza de Volkswagen otorga una gran influencia al estado regional de Baja Sajonia y a los sindicatos. Baja Sajonia posee el 20% de los derechos de voto y puede bloquear decisiones clave, mientras que los representantes sindicales constituyen la mitad del consejo de supervisión de Volkswagen. Los cierres de plantas requieren una mayoría de dos tercios en el consejo de supervisión, pero la ley no especifica explícitamente qué acciones se consideran "reubicaciones". Esta ambigüedad podría dejar margen de maniobra a la dirección, mientras que los sindicatos podrían argumentar que una reubicación es similar a un cierre. El analista Stephen Reitman señala que los anteriores directores ejecutivos de Volkswagen no lograron hacer cambios radicales debido a la firme oposición de los sindicatos.
Fuente: https://finance.yahoo.com/news/analysis-peace-maker-taboo-breaker-122355760.html
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