Desenmascarado el oscuro negocio de Javier Perrota, la estafa financiera que afectó a cientos
El oscuro negocio de Javier Perrota: una estafa piramidal que dejó a más de 800 personas en la ruina.
La fachada de Javier Perrota
Javier Perrota se presentaba como un exitoso empresario y filántropo. Prometía inversiones seguras y rentabilidades desorbitadas a través de su financiera, Inversiones y Créditos del Uruguay (INCREDUL). Sin embargo, detrás de esta fachada se ocultaba una intrincada estafa que dejó a cientos de personas en la ruina.
Perrota utilizaba un esquema Ponzi, en el que los fondos de nuevos inversores se utilizaban para pagar los intereses de los inversores anteriores. Esto creó una ilusión de estabilidad, atrayendo a más y más personas a la estafa.
El colapso del imperio
El castillo de naipes de Perrota se derrumbó en 2016, cuando los inversores comenzaron a retirar sus fondos masivamente. La financiera no pudo hacer frente a las solicitudes de reembolso y entró en suspensión de pagos.
La estafa salió a la luz, revelando el verdadero alcance de la trama criminal. Perrota había desviado millones de dólares de los fondos de los inversores a cuentas personales y empresas fantasmas.
Las víctimas de la estafa
Más de 800 personas fueron víctimas de la estafa de Perrota. Entre ellas se encontraban jubilados, ahorradores y pequeñas empresas que habían confiado sus ahorros a INCREDUL.
"Confié en Perrotta porque parecía un hombre honesto. Me prometió que mis ahorros estarían seguros, pero perdí todo en un abrir y cerrar de ojos".
Víctima de la estafa
La estafa de Perrota no solo supuso una pérdida económica para las víctimas, sino también un trauma emocional. Muchos de ellos perdieron sus pensiones, sus hogares y sus sueños.
El juicio y la condena
En 2019, Javier Perrota fue condenado a 13 años de prisión por estafa y lavado de activos. También se le impuso una multa millonaria.
Sin embargo, la condena no puede compensar el daño causado a las víctimas. Muchas de ellas aún luchan por reponerse financieramente y emocionalmente de la estafa.
Lecciones aprendidas
La estafa de Perrota es un claro ejemplo de los peligros de las inversiones no reguladas y las promesas de rentabilidades excesivas.
Antes de invertir, es esencial investigar a fondo a la empresa y su historial. También es importante diversificar las inversiones y no poner todos los huevos en una misma cesta.
Fuente: https://www.agencianova.com/nota.asp?n=2025_2_6&id=148840&id_tiponota=30
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