Langostino: Subárea 15 Habilitada para la Pesca con Monitoreo Intensivo de Merluza

La pesca de langostino en aguas argentinas, un pilar fundamental de la economía costera, ha experimentado una notable evolución en las últimas semanas. Tras un período de cautela debido a la presencia de merluza juvenil en áreas protegidas, la subárea 15 de la Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza ha sido reabierta a la pesca comercial a partir del 10 de septiembre. Este acontecimiento, resultado de una exhaustiva prospección y un monitoreo constante, representa una oportunidad significativa para la industria pesquera, pero también exige una gestión responsable para garantizar la sostenibilidad de los recursos marinos. Este artículo explorará en detalle los antecedentes de la reapertura, los resultados de la prospección, las condiciones impuestas por el INIDEP y las perspectivas futuras para la pesca de langostino en la región.

Índice

Contexto de la Veda y la Importancia de la Subárea 15

La Zona de Veda Permanente de Juveniles de Merluza es un área crucial para la reproducción y crecimiento de esta especie, fundamental para el ecosistema marino argentino. La veda, establecida para proteger a los ejemplares jóvenes, busca asegurar la recuperación de las poblaciones de merluza y mantener la viabilidad a largo plazo de la pesca de esta especie. Dentro de esta zona, la subárea 15 ha sido históricamente un punto de atención debido a su alta concentración de merluza juvenil, lo que ha requerido un monitoreo constante y, en ocasiones, restricciones a la pesca de otras especies, como el langostino, para evitar la captura incidental.

El langostino, por su parte, es uno de los productos pesqueros más valiosos de Argentina, con una importante demanda tanto en el mercado interno como en el extranjero. La pesca de langostino genera miles de empleos directos e indirectos en las provincias costeras y contribuye significativamente al Producto Interno Bruto (PIB) del país. Por lo tanto, la reapertura de la subárea 15 representa un alivio para la industria pesquera, que había visto limitada su actividad en la zona durante un tiempo considerable.

Resultados Detallados de la Prospección

La prospección realizada en la subárea 15 fue llevada a cabo por equipos del INIDEP (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero) en colaboración con tripulaciones de buques congeladores y fresqueros. Durante varios días, se realizaron lances de pesca para evaluar la abundancia de langostino y la presencia de merluza, tanto juvenil como adulta. Los resultados iniciales indicaron una alta presencia de merluza juvenil, lo que generó preocupación entre las autoridades y los armadores.

Sin embargo, a medida que avanzaba la prospección, se observó una tendencia a la baja en la captura incidental de merluza. Los tripulantes de los buques informaron que la proporción de merluza frente al langostino disminuía en cada lance, lo que sugería que la merluza estaba migrando o reduciendo su concentración en la zona. Los rendimientos de langostino, por su parte, se mantuvieron firmes, con ejemplares de tallas comerciales de interés, lo que indicaba que la especie estaba en buenas condiciones.

Esta mejora en la relación langostino/merluza fue confirmada por los buques congeladores y fresqueros que operaron en diferentes áreas de la subárea 15. Los fresqueros que trabajaron más al norte destacaron una reducción sensible en los volúmenes de merluza, lo que creó un escenario más favorable para la pesca de langostino. Estos resultados positivos fueron clave para la decisión de reabrir la zona.

La Decisión del INIDEP y las Condiciones Impuestas

Con base en los resultados de la prospección, el INIDEP dispuso la apertura de la subárea 15 para la pesca comercial de langostino a partir del 10 de septiembre. La zona habilitada comprende los paralelos 46° y 47° Sur y los meridianos 63° y 64° Oeste, y la actividad pesquera puede iniciarse a las 07:00 horas, cumpliendo con la normativa vigente. Esta decisión fue recibida con satisfacción por la industria pesquera, que esperaba con ansias la reapertura de la zona.

Sin embargo, la apertura de la subárea 15 no estuvo exenta de condiciones. El INIDEP estableció un monitoreo intensivo de la actividad pesquera en la zona, exigiendo que todos los buques que operen en el área lleven observadores a bordo y remitan reportes diarios sobre la evolución de la fauna acompañante, en especial de la merluza. Esta medida tiene como objetivo garantizar que la pesca de langostino no afecte negativamente a las poblaciones de merluza y que se cumplan las regulaciones establecidas.

El monitoreo intensivo permitirá a las autoridades evaluar en tiempo real el impacto de la pesca de langostino en la merluza y tomar medidas correctivas si fuera necesario. Esto podría incluir la reducción de los límites de captura, la suspensión temporal de la pesca en áreas específicas o la implementación de nuevas tecnologías para reducir la captura incidental de merluza.

Desafíos y Perspectivas Futuras para la Pesca de Langostino

A pesar de la reapertura de la subárea 15, la advertencia sobre la merluza sigue presente. Los expertos advierten que la merluza podría volver a crecer en los próximos días, lo que podría obligar a nuevas restricciones a la pesca de langostino. Por lo tanto, es fundamental que la industria pesquera colabore con las autoridades en el monitoreo de la fauna acompañante y que adopte prácticas de pesca responsables para minimizar el impacto en la merluza.

Uno de los principales desafíos para la pesca de langostino en Argentina es la variabilidad de los recursos marinos, que puede verse afectada por factores climáticos, cambios en las corrientes marinas y la sobrepesca. Para garantizar la sostenibilidad de la pesca de langostino a largo plazo, es necesario implementar una gestión pesquera basada en el conocimiento científico, que tenga en cuenta las necesidades de todas las especies que habitan en el ecosistema marino.

Además, es importante invertir en investigación y desarrollo para mejorar las tecnologías de pesca y reducir la captura incidental de especies no objetivo. Esto podría incluir el desarrollo de redes de pesca más selectivas, el uso de sistemas de monitoreo en tiempo real y la implementación de programas de capacitación para los pescadores. La colaboración entre el gobierno, la industria pesquera y la comunidad científica es fundamental para enfrentar estos desafíos y asegurar el futuro de la pesca de langostino en Argentina.

La reapertura de la subárea 15 es un paso importante en la gestión sostenible de los recursos marinos argentinos. Sin embargo, es crucial mantener un enfoque proactivo y adaptativo, basado en el monitoreo constante y la colaboración entre todos los actores involucrados. Solo así se podrá garantizar que la pesca de langostino siga siendo una actividad económica viable y responsable con el medio ambiente.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://pescare.com.ar/langostino-tras-la-prospeccion-quedo-abierta-a-la-pesca-comercial-la-subarea-15/

Fuente: https://pescare.com.ar/langostino-tras-la-prospeccion-quedo-abierta-a-la-pesca-comercial-la-subarea-15/

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