Pota en Perú: Acuerdo Histórico Reactiva la Pesca y Busca Sostenibilidad
La pesca de calamar gigante (Dosidicus gigas) en Perú, una actividad económica vital para miles de familias costeras, ha sido escenario reciente de tensiones y negociaciones que culminaron en un acuerdo crucial. Tras 48 horas de paralización de actividades en los principales puertos del norte, pescadores artesanales y el Ministerio de la Producción (Produce) llegaron a un entendimiento que permite la reanudación de la pesca, pero también plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del recurso y la gobernanza de la pesquería. Este artículo analiza en profundidad la situación actual de la pesquería de pota peruana, los desafíos que enfrenta, las medidas adoptadas y las perspectivas futuras, explorando el delicado equilibrio entre la subsistencia de las comunidades pesqueras y la preservación de un recurso clave para la economía nacional.
- La Crisis de 2024 y la Recuperación Actual: Un Análisis de las Capturas
- El Acuerdo con Produce: Condiciones y Reacciones de los Pescadores
- Medidas de Gestión Sostenible: Control Satelital, Trazabilidad y Observación Científica
- El Rol de IMARPE: Investigación y Monitoreo del Calamar Gigante
- Desafíos de Gobernanza y Administración Pesquera: Un Modelo en Evolución
La Crisis de 2024 y la Recuperación Actual: Un Análisis de las Capturas
El año 2024 representó un punto crítico para la pesquería artesanal de pota. Los desembarques oficiales cayeron drásticamente en un 69,7% en comparación con 2023, alcanzando apenas 188.300 toneladas. Esta disminución afectó directamente a más de 20.000 pescadores artesanales, generando una profunda crisis económica y social en las comunidades costeras del norte del país. La caída en las capturas impulsó una revisión exhaustiva del Reglamento de Ordenamiento Pesquero (ROP) y la implementación de una cuota nacional de 499.683 toneladas. Sin embargo, la situación dio un giro inesperado en 2025. Hasta septiembre, los desembarques acumulaban 521.198 toneladas, superando el 93% de la cuota original de 559.804 toneladas. Esta recuperación significativa, que llevó a una ampliación del límite máximo anual a 572.804 toneladas, sugiere un repunte en la biomasa del calamar gigante tras los impactos del fenómeno de El Niño.
El incremento en el peso promedio de los ejemplares, que pasó de 4,20 kg a 5,02 kg, es otro indicador positivo de la recuperación del recurso. Este aumento sugiere que los calamares están encontrando condiciones favorables para su crecimiento y desarrollo, lo que a su vez podría indicar una mayor disponibilidad de alimento y una menor presión pesquera. No obstante, es crucial analizar con cautela estos datos y evitar interpretaciones optimistas que puedan conducir a una sobreexplotación del recurso. La recuperación observada podría ser temporal y estar sujeta a fluctuaciones ambientales y a la eficacia de las medidas de gestión implementadas.
El Acuerdo con Produce: Condiciones y Reacciones de los Pescadores
El acuerdo alcanzado entre los pescadores artesanales y el Ministerio de la Producción (Produce) fue el resultado de 48 horas de paralización y bloqueos en los principales puertos del norte del país. El entendimiento, suscrito con el viceministro de Pesca y Acuicultura, Jesús Eloy Barrientos Ruiz, establece el traslado de la veda biológica al mes de noviembre y autoriza cinco salidas fijas de pesca para lo que resta del año: dos en octubre, una en noviembre y dos en diciembre. Esta flexibilidad en el calendario de pesca representa un alivio temporal para los pescadores, permitiéndoles reactivar sus ingresos y mantener operativa su flota en los meses finales del año. Además, el acuerdo exige que cada embarcación entregue tres ejemplares completos por faena al Instituto del Mar del Perú (IMARPE), con el fin de fortalecer los estudios sobre tallas, madurez y comportamiento reproductivo del calamar gigante.
Los gremios artesanales celebraron el acuerdo como un paso positivo, pero insistieron en la necesidad de una mayor participación en la planificación pesquera y en la adopción de criterios de equidad regional. La pota representa la principal fuente económica de las comunidades costeras de Piura y Tumbes, y los pescadores consideran que sus voces deben ser escuchadas en la toma de decisiones que afectan su sustento. La falta de transparencia y la centralización de la gestión pesquera han sido históricamente una fuente de conflicto entre los pescadores y las autoridades. La participación activa de los gremios en la formulación de políticas y la implementación de medidas de gestión es fundamental para garantizar la sostenibilidad del recurso y la estabilidad social de las comunidades pesqueras.
Medidas de Gestión Sostenible: Control Satelital, Trazabilidad y Observación Científica
Produce e IMARPE sostienen que las nuevas disposiciones implementadas, como el control satelital obligatorio, la trazabilidad digital, la presencia de observadores científicos y la entrega de muestras biológicas, constituyen un avance significativo en la gestión sostenible del recurso. El control satelital permite monitorear la ubicación y el movimiento de las embarcaciones pesqueras, lo que facilita la detección de actividades ilegales y la verificación del cumplimiento de las regulaciones. La trazabilidad digital garantiza el registro de cada etapa del proceso pesquero, desde la captura hasta la comercialización, lo que permite identificar el origen del producto y combatir el fraude. La presencia de observadores científicos a bordo de las embarcaciones permite recopilar datos precisos sobre las capturas, las especies acompañantes y el impacto de la pesca en el ecosistema marino.
La entrega de muestras biológicas al IMARPE es crucial para realizar estudios sobre las tallas, la madurez y el comportamiento reproductivo del calamar gigante. Estos estudios proporcionan información valiosa para evaluar el estado de la biomasa, determinar las tasas de crecimiento y mortalidad, y establecer medidas de gestión que garanticen la sostenibilidad del recurso a largo plazo. La combinación de estas medidas de gestión, basadas en la ciencia y la tecnología, representa un esfuerzo por modernizar la administración pesquera y asegurar la preservación del calamar gigante para las futuras generaciones.
El Rol de IMARPE: Investigación y Monitoreo del Calamar Gigante
El Instituto del Mar del Perú (IMARPE) desempeña un papel fundamental en la investigación y el monitoreo del calamar gigante. Sus científicos realizan estudios sobre la biología, la ecología y la dinámica poblacional del recurso, con el objetivo de proporcionar información científica sólida para la toma de decisiones en materia de gestión pesquera. IMARPE también es responsable de evaluar el estado de la biomasa, determinar las tasas de crecimiento y mortalidad, y establecer recomendaciones sobre los niveles de captura sostenibles. La entrega de muestras biológicas por parte de los pescadores artesanales es esencial para fortalecer la capacidad de IMARPE para realizar estos estudios y mejorar la precisión de sus evaluaciones.
Además de la investigación científica, IMARPE también se encarga del monitoreo de las condiciones ambientales que afectan la distribución y la abundancia del calamar gigante, como la temperatura del agua, la salinidad y la disponibilidad de alimento. Estos datos son cruciales para predecir las fluctuaciones en las capturas y ajustar las medidas de gestión en consecuencia. La colaboración entre IMARPE y los pescadores artesanales es fundamental para garantizar la efectividad de las investigaciones y el monitoreo, y para promover una gestión pesquera basada en el conocimiento científico y la experiencia local.
Desafíos de Gobernanza y Administración Pesquera: Un Modelo en Evolución
La pesquería de pota peruana se ha consolidado como una actividad estratégica de escala global, situando al Perú entre los principales productores de calamar gigante del mundo, junto con China. Sin embargo, el desafío excede la simple captura: el país enfrenta la necesidad de consolidar un modelo de gobernanza que equilibre la sostenibilidad biológica y la estabilidad social. En un contexto donde cada tonelada extraída se analiza con precisión y cada faena repercute en la economía de las comunidades costeras, Perú no puede permitirse errores en la gestión del recurso. El manejo del calamar gigante se erige como una prueba de madurez institucional, un punto de convergencia entre la ciencia, la política y la subsistencia.
La falta de transparencia, la centralización de la toma de decisiones y la limitada participación de los pescadores artesanales en la planificación pesquera son algunos de los principales desafíos que enfrenta la gobernanza de la pesquería de pota. Es necesario fortalecer la coordinación entre las diferentes instituciones involucradas en la gestión pesquera, promover la participación activa de los gremios artesanales y garantizar la transparencia en la toma de decisiones. La implementación de medidas de gestión basadas en el conocimiento científico y la experiencia local es fundamental para asegurar la sostenibilidad del recurso y la estabilidad social de las comunidades pesqueras. La delgada frontera entre la abundancia y la prudencia, entre la urgencia social y la responsabilidad ambiental, define el futuro del calamar gigante y el bienestar de miles de familias que dependen de su pesca.
Fuente: https://pescare.com.ar/pota-peru-2025-acuerdo-conflicto-pesquero-record-capturas/
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