El ámbar antártico: Pistas del secreto del efecto invernadero
En el corazón de la vasta Antártida, un sorprendente descubrimiento ha desentrañado un misterio geológico y arrojado luz sobre el enigmático pasado del continente helado.
Ámbar antártico: Un portal al pasado boscoso
Los científicos han descubierto fragmentos de ámbar en la Antártida, una región nunca antes asociada con el fósil resinoso. Esta revelación indica que hace unos 90 millones de años, la Antártida albergó un bosque templado de coníferas. El ámbar, incrustado en sedimentos del fondo marino a 946 metros de profundidad, proporciona una instantánea directa de las condiciones ambientales y la flora de esa época.
Un rompecabezas en evolución
"Encontrar ámbar es otra pieza del rompecabezas que nos ayudará a comprender mejor el bosque templado de coníferas pantanoso que existía en el Polo Sur a principios del Cretácico", explicó Henny Gerschel, investigador de la universidad técnica alemana Bergakademie Freiberg. Este descubrimiento enriquece el conocimiento sobre el funcionamiento del bosque, previamente detallado en 2020 por el equipo de investigación.
Los fragmentos analizados nos dan una idea directa de las condiciones naturales que prevalecían en la Antártida occidental hace 90 millones de años.
Johann P. Klages, geólogo marino del Alfred-Wegener-Institut (AWI)
Implicaciones para el efecto invernadero
Los científicos creen que esta evidencia de un bosque antártico pasado podría tener implicaciones para comprender el efecto invernadero. El bosque, que una vez secuestró grandes cantidades de dióxido de carbono, puede proporcionar información sobre los procesos de regulación climática y el ciclo del carbono de esa época. El estudio del ámbar puede ayudar a descifrar cómo el medio ambiente de la Antártida ha cambiado a lo largo del tiempo y cómo estos cambios pueden afectar el clima global en el futuro.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//sociedad/cientificos-extrana-sustancia-antartida-efecto-rp.html
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