Carbono azul: una solución natural para combatir el cambio climático
El carbono azul: una solución posible para combatir el calentamiento global
El carbono azul: qué es y por qué es importante
El carbono azul es el carbono capturado y almacenado en los entornos marinos y costeros. Es un tema de creciente interés debido a su potencial para ralentizar el calentamiento global. Los sistemas como marismas, manglares y praderas marinas almacenan el equivalente a la mitad del carbono de todo el sedimento oceánico.
Estos suelos compactos evitan que la materia orgánica se degrade, pero como se encuentran en áreas cercanas a las costas o atractivas para el turismo, corren el riesgo de desaparecer.
El papel de la fauna marina en el carbono azul
En los últimos años, ha aumentado el interés sobre el carbono azul alojado en los océanos. Algunos expertos destacan la capacidad de almacenamiento de carbono azul de grandes animales y grupos de peces, mientras que otros indican que su propio metabolismo puede ir en sentido contrario.
Los grandes animales contienen más carbono azul a nivel individual, pero el mayor aporte conjunto proviene de los peces mesopelágicos, que almacenan más de 27 millones de toneladas, la misma cantidad que un bosque el doble del tamaño que el Reino Unido.
Controversias sobre el carbono azul de la fauna marina
La especialista en ecología marina Paulina Martinetto advierte que los aportes de la fauna marina a la captura de carbono azul "están muy en discusión", ya que su metabolismo también puede conllevar procesos de emisión, como la liberación de dióxido de carbono (CO2) en la respiración.
El ciclo del carbono atraviesa varios pasos intermedios antes de llegar al lecho marino, lo que dificulta las posibilidades de dilucidar el aporte real del carbono azul. Es crucial que la ciencia sobre el carbono azul dé cuenta de su valor en forma verificable.
Las ballenas azules: grandes aliadas del carbono azul
Las ballenas azules tienen la capacidad de secuestrar hasta unas 30 toneladas de carbono azul a lo largo de su vida. Sus desechos también son ricos en nutrientes, que ayudan a fertilizar el plancton, que a su vez absorbe CO2 de la atmósfera.
Los investigadores estiman que las ballenas azules podrían almacenar hasta 2 millones de toneladas métricas de carbono azul por año, equivalentes a las emisiones de 600 vuelos ida y vuelta de París a Nueva York.
El carbono azul juega un papel crucial en la mitigación del cambio climático, y el papel de la fauna marina en este proceso es un área activa de investigación. Si bien existen incertidumbres, los estudios científicos continúan arrojando luz sobre esta compleja relación, lo que nos ayuda a comprender y proteger mejor nuestros océanos.
Investigadores del Centro de Investigación Oceanográfica Kiel
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