Frutillas del viento: producción sostenible con energías renovables en la Patagonia
En el corazón de la estepa patagónica, donde el viento susurra secretos a la tierra, nace "Frutillas del viento", un proyecto de agricultura sostenible que entrelaza la horticultura intensiva de frutillas con energías renovables. Este innovador proyecto es un ejemplo de cómo la colaboración entre productores, técnicos y organismos internacionales puede transformar las condiciones desfavorables en oportunidades de producción agrícola.
La sostenibilidad como pilar
El proyecto "Frutillas del viento" tiene como objetivo promover la sostenibilidad agrícola a través de la producción de frutillas en invernaderos con riego por goteo impulsado por energías renovables. Esta iniciativa no solo tiene un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también fortalece las economías locales y mejora la calidad de vida de los productores.
Haciendo frente a los desafíos climáticos
La estepa patagónica, conocida por sus condiciones climáticas extremas, presenta desafíos únicos para la producción agrícola. Sin embargo, el proyecto "Frutillas del viento" ha encontrado una solución innovadora en el uso de energías renovables. Los molinos eólicos y la energía solar proporcionan energía limpia para el riego, superando las limitaciones de la infraestructura tradicional.
Inclusión y transferencia de conocimientos
“Es un sueño cumplido ver a los productores con sus frutillas. Fue un desafío trabajar en la zona de la meseta, donde la producción es tradicionalmente ganadera y se piensa como un lugar donde producir es casi imposible. Pero precisamente las condiciones climáticas de la estepa son ideales para producir este tipo de cultivo.”
Eduardo Miserendino, INTA Esquel
El proyecto no se limita a la producción de frutillas, sino que también promueve la inclusión y la transferencia de conocimientos. Los productores locales reciben capacitación y asistencia técnica, mientras que las escuelas técnicas se involucran en la construcción de molinos eólicos, fomentando las habilidades técnicas y el espíritu emprendedor.
Fortaleciendo la cadena de valor
El proyecto "Frutillas del viento" está contribuyendo significativamente a la cadena de valor de las frutillas en Argentina. Los viveros instalados en el noroeste de Chubut suministran plantines para los dos principales polos de producción del país (Coronda y Tucumán), lo que amplía la ventana de producción y garantiza el acceso a frutillas frescas durante todo el año.
Creando nuevas oportunidades económicas
"Frutillas del viento" está transformando las perspectivas económicas de los productores de la estepa patagónica. César Cárdenas, un excolectivero que se dedicó a la producción de frutillas, afirma: "El año pasado cosechamos mil kilos de frutillas y queremos seguir creciendo". Esta iniciativa no solo proporciona ingresos adicionales a los productores, sino que también crea nuevas oportunidades de empleo y diversifica la economía local.
Testimonios de productores
“Escuché por radio que iba el INTA a dar una charla a la escuela del pueblo sobre producción de frutillas y me anoté. En octubre plantamos mil cuatrocientas plantas. Antes teníamos sólo ovejas y algunas vacas. Ahora queremos crecer con este trabajo.”
Milo Grenier, productor de Paso del Sapo
Los testimonios de los productores demuestran el impacto positivo que el proyecto "Frutillas del viento" está teniendo en sus vidas. La producción de frutillas está trayendo nuevas oportunidades económicas y un sentido de esperanza a las comunidades rurales de la estepa patagónica.
Construyendo un futuro sostenible
"Frutillas del viento" es más que un proyecto de producción agrícola. Es un modelo de desarrollo sostenible que promueve la agricultura resiliente, la inclusión social y la diversificación económica. Esta iniciativa demuestra cómo la innovación, la colaboración y el aprovechamiento de los recursos naturales pueden crear oportunidades y mejorar la calidad de vida en regiones desafiantes.
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