Incendio en la Mezquita de Córdoba: Antropólogo denuncia negligencia y monopolio eclesiástico.
El reciente incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba ha reabierto un debate latente sobre la gestión y conservación de este emblemático monumento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Las críticas, esta vez, provienen de un destacado antropólogo, Isidoro Moreno, quien denuncia una “negligencia inaceptable” por parte de los responsables actuales, el obispado y el cabildo eclesiástico. Este artículo profundiza en las acusaciones de Moreno, explorando la historia de la Mezquita, su compleja situación legal y las implicaciones de un modelo de gestión que, según el catedrático, pone en peligro uno de los tesoros más valiosos del patrimonio cultural andaluz y mundial.
- La Mezquita de Córdoba: Un Legado Histórico en Peligro
- Las Críticas de Isidoro Moreno: Un Monopolio Eclesiástico Cuestionado
- La Gestión Económica de la Mezquita: 22 Millones de Euros sin Impuestos
- La Necesidad de una Intervención Pública y un Modelo de Gestión Colaborativo
- El Debate sobre la Identidad de la Mezquita: ¿Mezquita o Catedral?
La Mezquita de Córdoba: Un Legado Histórico en Peligro
La Mezquita de Córdoba, originalmente la Gran Mezquita de Córdoba, es un testimonio excepcional de la convivencia cultural y religiosa en la Península Ibérica durante la época musulmana. Su construcción comenzó en el año 785 sobre una antigua basílica visigoda, y a lo largo de los siglos fue ampliada y embellecida por diferentes califas y emires. La Mezquita se convirtió en un símbolo del poder y la sofisticación del Califato de Córdoba, destacando por su impresionante arquitectura, con sus arcos de herradura bicolores, sus columnas de mármol y sus intrincados mosaicos. Tras la Reconquista en 1236, la Mezquita fue consagrada como catedral católica, incorporando elementos góticos y renacentistas en su estructura original. Esta transformación, aunque inevitable en el contexto histórico, ha sido objeto de controversia a lo largo de los siglos, especialmente en lo que respecta a la preservación de su carácter original.
El incendio del 8 de agosto, aunque de magnitud limitada, ha puesto de manifiesto las deficiencias en la seguridad y el mantenimiento del monumento. Las llamas se originaron en una estancia utilizada como almacén, donde se guardaban materiales potencialmente peligrosos. Este hecho ha avivado las críticas de expertos y defensores del patrimonio, quienes denuncian la falta de inversión en medidas preventivas y la inadecuada gestión de los espacios de la Mezquita. La situación se agrava por el hecho de que la Mezquita-Catedral es uno de los principales atractivos turísticos de Andalucía, generando importantes ingresos que, según Moreno, no se están invirtiendo adecuadamente en su conservación.
Las Críticas de Isidoro Moreno: Un Monopolio Eclesiástico Cuestionado
Isidoro Moreno, catedrático de Antropología Social y Cultural en la Universidad de Sevilla, ha sido particularmente contundente en sus críticas a la gestión del obispado y el cabildo eclesiástico. En su publicación en Facebook, Moreno acusa a estas instituciones de haber “apropiado de la titularidad en exclusiva” de la Mezquita, llenándola de “capillas, vitrinas y chirimbolos” sin respeto alguno por su significado original. El antropólogo denuncia que la Mezquita ha sido degradada, convirtiendo algunas estancias en almacenes de materiales peligrosos, como quedó demostrado con el reciente incendio. Moreno argumenta que esta situación es el resultado de un monopolio eclesiástico ilegítimo, resultado de una inmatriculación cuestionable.
La inmatriculación a la que se refiere Moreno es un proceso legal por el cual el obispado reclamó la propiedad de la Mezquita-Catedral en el siglo XX, basándose en su condición de institución religiosa y en la continuidad de la propiedad desde la época de la consagración como catedral. Esta inmatriculación fue controvertida desde el principio, ya que muchos historiadores y defensores del patrimonio argumentan que la Mezquita, como monumento histórico y cultural, debería ser de propiedad pública. A pesar de las protestas, la inmatriculación fue ratificada por los tribunales, otorgando al obispado el control total sobre la gestión y explotación del monumento.
La Gestión Económica de la Mezquita: 22 Millones de Euros sin Impuestos
Uno de los puntos más críticos de la denuncia de Isidoro Moreno es la gestión económica de la Mezquita-Catedral. Según el antropólogo, el obispado recibe anualmente 22 millones de euros procedentes de la explotación turística del monumento, sin tener que pagar impuestos. Esta situación, a su juicio, es injustificable y plantea serias dudas sobre la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de los fondos. Moreno exige que tanto la Junta de Andalucía como el Estado intervengan de oficio para garantizar que una parte significativa de estos ingresos se destine a la conservación y restauración de la Mezquita.
La falta de transparencia en la gestión económica de la Mezquita ha sido objeto de críticas recurrentes por parte de diferentes colectivos y organizaciones. Se ha denunciado la falta de información detallada sobre los gastos y las inversiones realizadas, así como la opacidad en la contratación de servicios y la realización de obras. La situación se agrava por el hecho de que la Mezquita-Catedral es un importante motor económico para la ciudad de Córdoba, atrayendo a miles de turistas cada año y generando empleo en el sector turístico. Por lo tanto, es fundamental que la gestión económica del monumento sea transparente y eficiente, garantizando que los beneficios se reinviertan en su conservación y promoción.
La Necesidad de una Intervención Pública y un Modelo de Gestión Colaborativo
Isidoro Moreno aboga por una intervención pública para garantizar la preservación de la Mezquita-Catedral de Córdoba. El antropólogo considera que la actual situación de monopolio eclesiástico no garantiza la protección adecuada del monumento, y que es necesario un modelo de gestión más colaborativo, en el que participen representantes de la administración pública, la Iglesia, los expertos en patrimonio y la sociedad civil. Moreno propone que se cree un consorcio o una fundación que gestione la Mezquita, garantizando la transparencia, la rendición de cuentas y la participación de todos los actores implicados.
Un modelo de gestión colaborativo podría permitir una mejor planificación de las inversiones en conservación y restauración, así como una mayor atención a la investigación y la difusión del patrimonio histórico y cultural de la Mezquita. Además, podría facilitar la implementación de medidas de seguridad más eficaces, evitando incidentes como el reciente incendio. La experiencia de otros monumentos y sitios históricos gestionados de forma colaborativa demuestra que este modelo puede ser muy exitoso, garantizando la preservación del patrimonio para las generaciones futuras. La Mezquita de Córdoba, por su importancia histórica y cultural, merece un modelo de gestión que esté a la altura de su valor.
La propuesta de Moreno no es nueva. Durante años, diversos colectivos y organizaciones han reclamado una mayor participación pública en la gestión de la Mezquita-Catedral, argumentando que el monumento es un bien de interés público y que su conservación debe ser una prioridad para la administración. La reciente crisis desatada por el incendio podría ser el catalizador necesario para impulsar un cambio en el modelo de gestión, abriendo el camino a una mayor transparencia, colaboración y participación ciudadana.
El Debate sobre la Identidad de la Mezquita: ¿Mezquita o Catedral?
El debate sobre la identidad de la Mezquita-Catedral de Córdoba es un tema recurrente en la historia de España. Algunos sectores de la sociedad consideran que el monumento debe ser reconocido como una mezquita, destacando su origen y su importancia en la historia del Islam en la Península Ibérica. Otros sectores, por el contrario, defienden su condición de catedral, argumentando que ha sido un lugar de culto cristiano durante siglos. Esta controversia refleja las tensiones históricas y culturales que han marcado la relación entre el Islam y el cristianismo en España.
Más allá de la controversia sobre su denominación, es importante reconocer que la Mezquita-Catedral es un monumento único y complejo, que combina elementos de diferentes culturas y religiones. Su valor reside precisamente en su capacidad para testimoniar la convivencia y el intercambio cultural que tuvieron lugar en la Península Ibérica durante siglos. La preservación de este legado requiere un enfoque respetuoso y sensible, que tenga en cuenta la importancia de todos sus componentes y que evite simplificaciones o interpretaciones sesgadas. La Mezquita-Catedral de Córdoba es un símbolo de la riqueza y la diversidad del patrimonio cultural español, y su conservación debe ser una prioridad para todos.
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