La ruptura Milei-Villarruel: el fantasma de la división en el frente de gobierno
Victoria Villarruel y Javier Milei, la ruptura de un matrimonio político.
- La fisura entre presidente y vicepresidente: un fantasma recorre la política argentina
- El deseo de Milei: cortar la "Macri-dependencia" y lograr una base de gobernabilidad propia
- Villarruel: un obstáculo para la ambición de Milei, o una líder de una derecha alternativa
- Un historial de discrepancias y gestos de autonomía
- El factor electoral: las legislativas y la "Macri-dependencia"
La fisura entre presidente y vicepresidente: un fantasma recorre la política argentina
El fantasma de la ruptura entre presidente y vicepresidente vuelve a hacer acto de presencia en la política argentina. Después de las críticas de Javier Milei a Victoria Villarruel, acusándola de acercarse a la "casta", la agitación en el ámbito político es evidente.
Surge un interrogante: ¿qué pasa si Villarruel se va del gobierno? El tema se ha convertido en el centro de las conversaciones, poniendo de manifiesto el primer gran enfrentamiento interno de cibermilitantes del oficialismo.
Algunos acusan a Villarruel de traición, mientras que otros creen que Milei ha cometido un error estratégico que le costará votos.
El deseo de Milei: cortar la "Macri-dependencia" y lograr una base de gobernabilidad propia
Lo que queda claro es el deseo de Milei de cortar su dependencia de Mauricio Macri y de lograr una base de gobernabilidad propia en las elecciones legislativas.
Desde la Casa Rosada, Villarruel es vista como un obstáculo para ese objetivo.
Villarruel: un obstáculo para la ambición de Milei, o una líder de una derecha alternativa
Si Villarruel abandona el gobierno, no significa que renuncie a su cargo, para el que fue elegida por el 56% del electorado.
Por lo tanto, Milei se enfrenta a un dilema: preferir que Villarruel renuncie, asumiendo el riesgo de que se convierta en líder de una derecha alternativa, o que permanezca en su sillón del Senado, con el peligro de que urda estrategias para boicotear las iniciativas del gobierno.
A Villarruel le conviene aferrarse a su sillón, especialmente si, como todo parece indicar, tiene aspiraciones de diferenciarse de Milei y crear un electorado propio.
Las encuestas muestran que Villarruel tiene una imagen positiva mayor que la del presidente. Según el sondeo de Alaska Comunicación, la vice gana por 53,1% a 52,2%, aunque la ventaja se amplía cuando se restan los porcentajes de imagen negativa.
Un historial de discrepancias y gestos de autonomía
Milei lleva tiempo enfadado con Villarruel, debido a una larga lista de discrepancias y gestos de autonomía, incluso de desafío directo, que han generado un efecto acumulativo.
La relación empezó a deteriorarse tras conocerse el resultado electoral. Villarruel protagonizó un acto en solitario, lo que dio a entender que quería crear su propia base de apoyo. El rumor de que se había reunido en secreto con Macri acrecentó la inquietud.
Villarruel definió a Milei como "el jamoncito del medio" en las disputas con la secretaria de la presidencia, Karina Milei.
Los partidarios del presidente han anotado una larga lista de desacatos, como la aprobación del aumento de sueldos de los senadores, las visitas a dependencias castrenses sin coordinación con la Casa Rosada, la crítica de Villarruel a la propuesta de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema y el homenaje a Isabel Perón.
El factor electoral: las legislativas y la "Macri-dependencia"
A pesar de las discrepancias, Villarruel no ha saboteado al gobierno en temas importantes del Congreso.
El enojo de Milei y el momento elegido para expresarlo se explican por el calendario electoral. En 2025 habrá elecciones legislativas, y el gobierno se enfrenta al dilema de ampliar su base electoral o depender del apoyo del macrismo.
Lo que dijo Milei puede considerarse una advertencia a Macri, en el sentido de que La Libertad Avanza no está dispuesta a co-gobernar ni a ceder espacios de poder.
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