Los Talibanes: Tres años en el poder en Afganistán
Tras tres años en el poder, los talibanes han afianzado su autoridad en Afganistán, imponiendo su versión de la ley islámica y buscando legitimidad.
Cultura, recompensas y desafíos
El régimen talibán se estructura en torno a un estricto sistema de reglas religiosas, con el líder supremo como figura central. Las normas más controvertidas, como las restricciones a las mujeres, es poco probable que se revisen mientras el líder supremo, Hibatullah Akhundzada, siga al mando.
La unidad y disciplina dentro de los talibanes se mantienen recompensando a los miembros veteranos con puestos de poder y privilegios. Sin embargo, existen tensiones entre los líderes religiosos de línea dura y los pragmáticos políticos.
Gobernanza y legitimidad
Si bien los talibanes ejercen el control territorial, su legitimidad como gobierno es cuestionada. Su autoridad se basa en su interpretación religiosa y cultural, más que en el apoyo público o el reconocimiento internacional.
Los funcionarios civiles, a menudo con poca experiencia, implementan las políticas talibanes. Su capacidad para gobernar eficazmente se ve obstaculizada por la falta de fondos y experiencia.
Economía y dependencia externa
La economía afgana se ha debilitado, con una dependencia continua de la ayuda externa, principalmente de Estados Unidos. Los talibanes han recaudado impuestos, pero sus políticas, como la prohibición de la educación y el empleo de las mujeres, han perjudicado la economía.
La escasez de fondos y la falta de reconocimiento internacional dificultan que los talibanes brinden servicios esenciales y estimulen el crecimiento económico.
Diplomacia y presencia global
El apoyo de China y Rusia es crucial para los talibanes, ya que son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Los vínculos con las naciones del Golfo también son importantes para cubrir sus apuestas.
Los talibanes están ansiosos por mostrar su efectividad como gobierno, pero su compromiso con la ley islámica estrecha y su historial de derechos humanos cuestionable impiden un mayor reconocimiento por parte de Occidente.
Seguridad y amenazas
Los talibanes han mejorado la seguridad en Afganistán, pero el país sigue siendo peligroso, especialmente para las mujeres y las minorías. El Estado Islámico sigue llevando a cabo ataques terroristas, y los talibanes enfrentan el desafío de garantizar la seguridad para todos los ciudadanos.
Las restricciones impuestas a las mujeres y las preocupaciones sobre su libertad de movimiento y expresión crean ansiedad e inseguridad para una parte importante de la población.
Fuente: https://finance.yahoo.com/news/taliban-ruled-afghanistan-3-years-041431702.html
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