Presunto estafador se cambia de apellido y usa el de poderosa familia para engañar
Estafa masiva en Medellín: el presunto estafador que se cambió el apellido a Gilinski
El supuesto heredero del clan Gilinski
La ciudad de Medellín se ha visto sacudida por un presunto escándalo de estafa que involucra a Felipe Gilinski, un joven de 28 años que habría utilizado su apellido para engañar a varios inversionistas. Según las denuncias, Gilinski se hacía pasar por miembro del poderoso clan Gilinski, conocido por su emporio económico que incluye marcas como Nutresa y Rimax.
Gilinski, quien originalmente se apellidaba Restrepo, solicitó a la Registraduría Nacional del Estado Civil omitir su primer nombre, Andrés, y cambiar su apellido. Este cambio coincidió con el creciente reconocimiento del grupo Gilinski en Medellín, lo que llevó a los inversionistas a creer que estaba relacionado con la adinerada familia.
Modus operandi
El supuesto modus operandi de Gilinski implicaba utilizar el apellido Gilinski para generar confianza y credibilidad entre los inversionistas potenciales. Se presentaba como hijo del empresario Jaime Gilinski y prometía lucrativas oportunidades de negocio relacionadas con las empresas del clan familiar.
Los inversionistas, atraídos por la perspectiva de invertir en un miembro del clan Gilinski, aportaron sus fondos, pero más tarde se encontraron con que Gilinski no cumplía con los acuerdos negociados. Según los denunciantes, Gilinski no respondió a sus obligaciones, dejando a los inversionistas con pérdidas significativas.
Testimonios de las víctimas
Andrés Felipe Giraldo, Inversionista Me pareció interesante el negocio, así que me reuní con este tipo, que se presentó como Felipe Gilinski, el hijo del empresario Jaime Gilinski. Como el negocio me parecía interesante, me convencí.
El colapso del esquema piramidal
La estafa se destapó cuando Gilinski dejó de cumplir con sus obligaciones con los inversionistas. Supuestamente llevaba sus negocios como una especie de burbuja financiera, pagando a los inversores antiguos con el dinero de los nuevos. Sin embargo, este modelo insostenible finalmente colapsó, dejando un rastro de deudas y víctimas.
Gilinski reconoció ante las autoridades que tiene deudas que rondan los 2.500 millones de pesos. Prometió pagar a todos los afectados, pero negó que sus negocios estuvieran relacionados con el clan Gilinski. También negó haberse presentado como miembro de la familia.
Implicaciones legales
La Fiscalía General de la Nación está investigando las acusaciones contra Gilinski. El caso ha suscitado preocupaciones sobre la impunidad de las estafas financieras en Colombia. También ha puesto de relieve la importancia de verificar la identidad y la credibilidad de las personas antes de realizar inversiones.
Las víctimas de la supuesta estafa piden justicia y el regreso de sus inversiones. El caso aún está en curso y se espera que haya más desarrollos en los próximos meses.
Fuente: https://whatsapp.com/channel/0029Va4oNEALikgEL4Y8mb2K
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