Beneficios de posponer el despertador según los expertos
¿Es malo posponer la alarma y dormir unos minutos más? Un nuevo estudio publicado en el Journal of Sleep Research revela que no. Contrario a la creencia popular, presionar el botón de repetición de la alarma solo nos hace perder alrededor de seis minutos de sueño por noche, lo cual no afecta nuestra calidad de descanso ni nuestro estado de ánimo matutino.
Este estudio desmonta el mito de que posponer la alarma interrumpe las etapas de un sueño reparador, como la fase REM. De hecho, los investigadores encontraron que esta costumbre puede tener beneficios cognitivos, mejorando la velocidad de procesamiento, la memoria y la función cognitiva.
Además, seguir durmiendo mientras suena la alarma puede ayudarnos a pasar de las etapas más profundas del sueño a un estado más ligero, lo que reduce la inercia del sueño y nos hace despertar más alerta y enérgicos.
El hábito de posponer la alarma también puede estar relacionado con nuestros ritmos circadianos. Durante la adolescencia, nuestro reloj biológico tiende a cambiar, lo que puede dificultar despertarnos temprano. Sin embargo, a medida que envejecemos, preferimos despertar antes y somos menos propensos a remolonear en la cama.
Es importante tener en cuenta que posponer la alarma nunca puede reemplazar un buen descanso nocturno. Si aplazamos el despertador durante más de 30 minutos y seguimos teniendo dificultades para despertarnos, es posible que estemos experimentando signos de privación del sueño, y es importante abordar las razones detrás de esta falta de sueño.
En resumen, posponer la alarma y disfrutar de unos minutos más de sueño no es tan malo como se pensaba. Siempre y cuando no excedamos los 20 o 30 minutos, esta costumbre no afectará negativamente nuestra calidad de descanso ni nuestra sensación de somnolencia durante el día. Así que, si necesitas esos minutos extra de sueño, ¡adelante!
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